LA COSA NO TIENE NINGUNA GRACIA





El chiste y la chanza siempre ha sido la salida del pueblo, cuando oprimido por la bota del dictador, desamparado por la Justicia, perseguido por los recaudadores de impuestos, lleno de rabia ante una clase política inmersa en la corrupción y la mentira, y haciendo gala de su ingenio innato, nos arranca una sonrisa e incluso una enorme carcajada.

Y... amigas y amigos, aqui tenéis el enorme cartel que nos ha plantado Paco Blaya "el de la Plaza" en medio de la idem "para gozo y disfrute del pueblo mazarronero" como a el le gusta pregonar, "lógicamente", para reirse de todo bicho viviente en sus propias narices.

Algún ciudadano, preso de admiración hacia el regidor, no se ha podido sustraer a la tentación de ponerlo en primera persona a "disfrutar" de cartel, como si de la propia Alicia, la del país de las maravillas, se tratara. Y por efecto de la magia de la bruja del Norte, ahí teneis a Paco "el de la Plaza" parodiado y sentadito en un banco público, arrimado a una farola pública, disfrutando de la sombra pública de un arbol que tambien será público, pero todo ello a costa de nuestro bolsillo privado. El de nuestros impuestos.

No hay derecho, pueblo de Mazarrón, a que este petimetre, señorito de sus ignorantes subditos y pequeño señor de algunos codiciosos funcionarios y funcionarias, que con una lisonja diaria pretenden ganar su voluntad y su favor, continúe metiendo su mano en  nuestros bolsillos, haciendo peligrar  nuestros trabajos, y pretendiendo hipotecar  nuestro incierto futuro para varias décadas.

Esta plaza virtual, donde tan plácidamente descansa la mencionada "Alicia", si se transformara nuevamente en Alcalde de Mazarrón para los proximos cuatro años por efecto de la "voluntad popular", nos va a ser sustraida durante treinta años, para ser explotada por una empresa venida de fuera mediante parking en el subterráneo y como zona azul controlada por parquímetros en la superficie.

Nos puede pasar lo mismo que con la desproporcionada subida de la contribución urbana, que nadie se la creía hasta que tuvo el recibo en la mano para pagarlo.

Nadie hizo un gesto en contra de las exageradas e incongruentes valoraciones del Catastro, gestadas en oscuros despachos de nuestro Ayuntamiento por oscuros personajes que tanto y tanto han perjudicado nuestros bolsillos, nuestro poder adquisitivo, y a nuestro pueblo en definitiva.

Y digo nadie pero quiero decir casi nadie, porque en verdad hubieron unos pocos, unas pocas personas sensatas y comprometidas con el Pueblo que avisaron, informaron y votaron en contra de tal monstruosidad, como ahora avisan, informan y votan en contra de las pretensiones de continuar metiéndonos la mano en el bolsillo, de este interesado personaje de país de las maravillas, el alcalde que más provecho ha obtenido para sí, y a cambio de una más que mediocre gestión de ocho años, en toda la Historia de Mazarrón desde Felipe II hasta la fecha.

Y ahí lo tenéis. Sonriente. Muerto de risa, al ver como da pasitos y pasitos poco a poco hasta conseguir su propósito sin que casi nadie haga nada por impedírselo.

Impidamoslo entre todos. Mazarrón necesita un cambio.