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De los políticos murcianos: PANDILLA DE VIVIDORES Y CHUPASANGRES


08/01/2010

(Valcárcel, Cámara, y alcaldes)

(La consejera de Hacienda, en limusina en Estados Unidos)

El ojo público.

Asistimos, y permitimos, como muertos vivientes, al saqueo de las arcas regionales y municipales por los parásitos políticos que desgobiernan. Murcia es la Región donde más ha subido la tasa de paro, donde más personas viven bajo el umbral de la pobreza. Una Región a la deriva en la que la Comunidad Autónoma, y los ayuntamientos, no pueden hacer, por el saqueo , frente a sus compromisos con la sociedad. Ahora, los funcionarios, muchos mileuristas, ven como Valcárcel incumple el acuerdo salarial con los empleados públicos. Mientras, las empresas de transporte público están en situación límite porque la Comunidad Autónoma, otra vez, no paga. Y los concesionarios de automóviles se tragan los 500 euros que había prometido este desgobierno mentiroso que vive de los escaparates manipuladores. Ni siquiera tienen para proteger el importantísimo hallazgo arqueológico de San Esteban pero sí para malgastar en campañas millonarias de una Murcia Not Typical que interesa a pocos. Es una vergüenza.

Mientras la crisis se acentúa, digan lo que digan los futurólogos optimistas, mientras las familias murcianas pierden puestos de trabajo, casas, e ilusión por el futuro, estos parásitos políticos, aprueban la congelación de sus sueldos, un gesto que sería encomiable si no fuera porque se congelan remuneraciones millonarias que ellos mismos se han adjudicado. Desde los más de 4.000 euros del alcalde de Ulea, 800 habitantes, en un pueblo que por tener no tiene ni panadería, y cuya labor diaria más importante es leer el periódico, hasta los casi 90.000 euros anuales del alcalde de Molina de Segura, que será legal pero a todas luces inmoral en los tiempos que corren.

Esta pandilla de vividores, a costa del sufrido ciudadano de a pie, rompe claramente con el principio constitucional de que todos los españoles somos iguales. Son, en la mayoría de los casos, unos incompetentes. Cobran sueldos millonarios, a los que suman dietas más millonarias y el ejército de asesores, consejeros, y paniaguados, prescindibles, que se reparten un botín recaudado a costa de impuestos extorsionadores.

Es decir, no pagamos más impuestos para vivir mejor, sino para que esta casta política viva a cuerpo de rey.

Ni tienen vergüenza ni la conocen. Si es verdad que son políticos cuya vocación es el servicio al pueblo llano, que empiecen a bajarse sus abusivos sueldos. Debe haber un baremo que impida el atraco ciudadano al que estamos sometidos por estos pandilleros, y que cobren en función de su categoría profesional y poblacional, y de acorde también con la situación actual de la Región y del país.

Sencillamente, se están riendo de todos los murcianos. Desde los alcaldes, como el de Mazarrón, un agente de seguros, que cobra más que el presidente del Gobierno, hasta algunos concejales socialistas en la oposición, también con sueldos millonarios, y por tanto con el silencio comprado.

Si ustedes analizan algunas de las entrevistas realizadas a regidores municipales, observarán el vacío de sus palabras porque sencillamente, no tienen ni idea de qué hablan. Así, querido lector, sufra la crisis, y mientras tanto, si le parece, vuelva a votarles para que estos pseudomafiosos de la política sigan mintiendo, viviendo a cuerpo de rey a costa del pobre ciudadano, como parásitos chupasangres que son, y para más desgracia, enfrentando a la ciudadanía con absurdas polémicas políticas, en una Región cuyas gentes tienen un gran valor humano , del que se aprovechan como piratas sin escrúpulos, con nocturnidad y alevosía.

Se han concedido barra libre para vivir de la política, o lo que es lo mismo, visto lo visto, vivir del cuento. La mayoría está siendo ya investigada por la fiscalía. Porque no olvidemos que a esos sueldos escandalosos, que se han autoconcedido con más cara que espalda, hay que sumar también el cobro de comisiones de dudosa legalidad, que ha incrementado su patrimonio y el de sus familiares de forma ostentosa y milagrosa.

Puede parecer muy duro todo lo que aquí contamos, pero es, tristemente, la dura verdad, la pura realidad, la gran miseria de los políticos de esta hermosa tierra.